7 Consejos para evitar la fatiga muscular
La fatiga muscular aparece durante una actividad o después de realizarla. Y aunque aquellas personas que practican deporte con frecuencia e intensidad alta les resulte difícil evitarla, existen algunos trucos para retrasar o reducir esa fatiga.
Es una sensación de agotamiento, que aparece justo cuando te quedas sin fuerzas y sientes que no puedes terminar esa actividad o entrenamiento. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Crees que es la responsable de que no llegues a tu meta?
En concreto, la fatiga muscular es la incapacidad física de seguir realizando una acción o actividad. Y la notas cuando tus músculos se quedan sin energías, igual que cuando un dispositivo se queda sin pilas.
¿De qué vamos a hablar en este post?
Síntomas de la fatiga muscular
Entre los síntomas más comunes de la fatiga muscular se encuentran estos:
- Pesadez en los músculos y cansancio excesivo.
- Trastorno de la presión arterial.
- Respiración rápida e inestable.
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Falta de equilibrio.
- Dolor en el cuerpo.
- Angustia y ansiedad.
¿Por qué aparece?
Las causas pueden ser variadas, desde una mala hidratación o alimentación o incluso hasta un sobreentrenamiento.
El inconveniente de este problema es que no sabemos a ciencia exacta en qué momento aparece, ya que dependerá de la condición física de cada uno y de sus genes.
No obstante, estos son los motivos comunes por los que suele aparecer la fatiga muscular en un gran número de personas:
- Llevar una dieta no equilibrada.
- No hidratarse.
- Dormir pocas horas.
- Sobreentrenamiento.
- Uniformidad en los entrenamientos.
- Consumo de drogas, alcohol o tabaco.
- Hierro bajo en la sangre (anemia).
7 tips para evitar la fatiga muscular
Ahora que ya sabes cómo detectar la fatiga muscular y conoces sus causas, te enseñamos unos consejos para que intentes retrasarla al máximo para que no interfiera en tus actividades o entrenamientos.
- No pases por alto los estiramientos, ni los calentamientos. Para evitar lesiones, es crucial calentar antes de entrenar y estirar después. Pero además de reducir lesiones, estos ejercicios mejoran tu rendimiento y por tanto retrasan la fatiga muscular; del mimo modo, los estiramientos ayudan a los músculos a recuperarse.
- Deja tiempo adecuado para la recuperación. Tú y solo tú conoces tus límites y hasta dónde puedes llegar. Así que no sobreentrenes y haz los respectivos descansos para que tu cuerpo se recupere y asimile ese esfuerzo.
- Duerme lo necesario. Lo ideal es dormir entre 6 y 8 horas para que tus moléculas del tejido muscular, sistema nervioso e inmunitario se regeneren.
- Hidrátate bien. Antes, durante y después de cualquier actividad deportiva. Sobre todo después del entrenamiento, ya que para almacenar glucógeno, es necesario agua. Y en el caso de no acompañar este proceso de agua, puede afectar a la reconstitución del glucógeno muscular.
- No te estanques con las mismas actividades. Intenta alternar tus actividades con otras diferentes para no aburrirte. Una buena opción sería mezclar ejercicios de fuerza con cardio y otras actividades (yoga, zumba, ciclo. etc.).
- Mejora tu dieta. Sigue una dieta equilibrada donde incluyas hidratos de carbono (arroz, pasta, patatas), vitamina B (pescados, huevos y carnes), omega-3 (pescado azul, nueces), magnesio (frutos secos, cereales integrales, legumbres).
- Abre tu mente. Si estás bajo de ánimo, afectará a tu entrenamiento. Así que cambia el chip y ponle motivación a cada paso que des porque te cansarás menos. Si tienes una actitud pesimista, la fatiga muscular aparecerá enseguida. ¡Está en tu mano!
En definitiva, la fatiga muscular es común en aquellos que practican deporte frecuentemente. Son muchos los factores que la causan, pero si sigues estos consejos, podrás retrasarla e incluso evitarla, con el fin de llegar a tus objetivos.